El miedo es una alerta ante el peligro. Es una emoción útil que está al servicio de nuestra supervivencia, sentir miedo es normal, tal vez por eso nos gusta ver películas de horror.
La sensación de miedo surge en el sistema límbico de nuestro cerebro, más específicamente en la amígdala. Este pequeño órgano detecta estímulos que representan peligro y envía una señal de alerta al cerebro y al resto del cuerpo para que reaccione de forma inmediata ante la amenaza, ya sea huyendo, enfrentando el peligro o paralizándose.
Pero ¿qué pasa cuando el miedo forma parte de tu experiencia cotidiana? La autoestima se ve afectada pues está constantemente viviendo con conductas de evitación destinadas a mitigar la ansiedad anticipatoria.
Aunque existen fobias específicas –como la fobia a los animales, frecuentemente insectos o víboras, la fobia a volar o aerofobia, la fobia a las alturas o acrofobia, la claustrofobia, entre muchas otras–, éstas suelen ser fáciles de manejar, a menos que sean fobias múltiples o generen ataques de pánico.
Sin embargo, existen cinco miedos básicos que pueden acompañarnos en el día a día, de los cuales nacen otros temores:
- 1Miedo a la muerte. Aunque en México convivamos con ella en los altares del Día de Muertos en un intento de acercarla, encauzarla y redimirla, el miedo do a la muerte es el origen de otros muchos de nuestros miedos y fobias, como la acrofobia, la aerofobia o la tremofobia (el temor persistente y desmesurado a los temblores).
- 2Pérdida de autonomía. El temor a perder la libertad, de ser paralizado, sometido, atrapado o controlado por circunstancias ajenas a nosotros. La claustrofobia y el miedo al compromiso son manifestaciones de este miedo.
- 3
Soledad. El miedo al abandono o al rechazo, a perder la conexión con otros genera sensaciones de angustia. Los celos, la envidia y las fobias sociales son expresiones de este miedo.
- 4
Mutilación. El temor a perder la integridad de nuestro cuerpo o a sufrir dolor se manifiesta en miedos como la aracnofobia o el miedo a trabajar con herramientas peligrosas como machetes, sierras mecánicas o hachas.
- 5
Daño al ego. El miedo a pasar vergüenzas, a sentirnos humillados que nos impide convivir con personas desconocidas, hablar en público o sentirte vulnerable.
¿Cómo recuperar la autoestima y dejar de vivir con miedo?
Aquí algunas sugerencias:
- 1
Acepta que el miedo forma parte de nuestra vida, que todos enfrentamos temor ante una u otra cosa y que de hecho es un elemento clave para nuestra supervivencia.
- 2
Reconoce tus miedos, nómbralos, indaga su origen y compréndelos para dejar salir tu vulnerabilidad y recuperar la confianza.
- 3
Céntrate en tu respiración y relájate como una forma de controlar la ansiedad que genera el miedo.
- 4Práctica mindfulness.
- 5Elimina la anticipación, vive en el aquí y el ahora.
- 6Si el miedo te supera, pide ayuda de un profesional.