Síndrome del impostor

El Síndrome del Impostor: parezco, pero no soy

Mónica Uribe

marzo 29, 2022

“Fue un golpe de suerte”, suele ser la frase preferida de todas aquellas personas exitosas que piensan que no se justifica que ocupen el lugar profesional que tienen o reciban el reconocimiento que experimentan. Esa sensación de nunca estar a la altura, de no sentirse suficientemente cómodos con sus conocimientos o experiencia o, incluso, que simplemente no pueden recibir un cumplido sin la necesidad de justificarse es probable que presenten el Síndrome del Impostor.

También conocido como el Síndrome del Fraude, de acuerdo con Laura Barrientos Nicolás, especialista de la Facultad de Medicina de la UNAM, 7 de cada 10 personas sufren este trastorno, incluso celebridades y personas sumamente exitosas como Amaia Romero, cantante y compositora española; Kate Winslet, actriz británica; Howard Schultz, fundador de Starbucks o Neil Armstrong, el primer ser humano en pisar la luna.

El punto clave de este fenómeno psicológico es ser incapaz de asimilar nuestros propios logros, por lo que se piensa que en cualquier momento es posible ser descubierto como un mentiroso o un farsante que solo aparenta ser lo que es. Lo cierto es que, en un mundo sobre demandante, donde la competencia es muy alta, tanto a nivel personal como profesional, es relativamente fácil presentar en algún momento de nuestra vida el Síndrome del Impostor.

Valerie Young, fundadora del Instituto del Síndrome del Impostor y pionera en el estudio de este trastorno, señala que existen cinco grupos o perfiles de comportamiento asociados al mismo:

  • El impostor perfeccionista: son las personas que se proponen metas demasiado altas y suelen pensar que absolutamente todo lo que hacen lo podrían haber hecho mejor, ¡aún cuando hayan tenido éxito!

    Señales a tomar en cuenta: recurres al micromanagement y/o sientes que el trabajo tiene que quedar perfecto siempre.

  • El impostor súper humano: son las personas que intentan cubrir sus inseguridades trabajando cada vez más (workahólicos), lo que, eventualmente, puede perjudicar su salud mental y su relación con los demás.

    Señales a tomar en cuenta: tu jornada laboral suele extenderse incluso cuando ya terminaste tus pendientes del día y/o te sientes estresado cuando no estás trabajando.

  • El impostor genio natural: son las personas que piensan que todo debería salirles bien en el primer intento o de forma fluida, por lo que suelen frustrarse cuando no es así.
    Señales a tomar en cuenta: los contratiempos elevan tus niveles de inseguridad y/o evitas los desafíos para que no delatar tu falta de experiencia.
  • El impostor individualista: son las personas que suelen hacer las cosas por su cuenta, sin pedir ayuda, por temor a quedar en evidencia como el(la) impostor(a).

    Señales a tomar en cuenta: piensas, y dices, no necesito ayuda y/o crees que tienes que lograr las cosas solo.

  • El impostor experto: son las personas que consideran que no han sido honest@s con sus capacidades o talentos y suelen tener miedo a ser descubiertos.

    Señales a tomar en cuenta: tiemblas cuando alguien se refiere a ti como experto y/o buscas más y más certificaciones para mejorar tus habilidades.


Superar el síndrome del impostor inicia por reconocer que estamos presentando actitudes relacionadas con éste, así como por tomar acciones que nos permitan reconocer nuestro diálogo interno y ampliar nuestra perspectiva. Algunas ideas son, escribir tus sentimientos para romper el ciclo de pensamientos negativos; hacer una lista con tus fortalezas y clasificar cada día las actividades que más te gustaron y disgustaron a lo largo del día, en una de esas te sorprendes y te notas aprobándote más de lo que piensas y, por supuesto, trabajar con un especialista que te permita superar este trastorno.

¿Sientes que no eres suficientemente inteligente, capaz o creativ@? Contesta el siguiente test de psycom.com y descubre si padeces el síndrome del impostor:

Contesta con la respuesta que te describe mejor sin pensarlo demasiado.


Te recomendamos:

>