La diferencia de salario entre hombre y mujer por realizar el mismo trabajo es siempre un tema de estudio, discusión y debate en medios de comunicación y redes sociales, pero para poder tener más argumentos cuando alguna de nosotras se enfrenta a esto, vale la pena entender la raíz de fondo.
Empecemos por saber cuál es la realidad de México. Según Pro Mujer la tasa de participación laboral femenina en México es del 41 por ciento frente a un 73 por ciento de hombres. De acuerdo con un estudio elaborado por PwC México, la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) y Mujeres Invirtiendo en México por cada 100 pesos que gana un hombre, las mujeres perciben 73, lo que representa una brecha salarial del 27 por ciento. En niveles directivo, la brecha es mayor alcanzando el 30 por ciento y, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las mujeres de la región ocupan tan solo el 15 por ciento de los puestos directivos en empresas.
¿Cuáles son las causas de esta brecha en nuestro país según los expertos?
La razón principal son los roles de género:
- 1Las mujeres invertimos 2.5 veces más tiempo que los hombres en tareas del hogar y de cuidado no remuneradas (IMCO), esto provoca que a falta de tiempo y de opciones de trabajo flexible, nos veamos en la necesidad de buscar o aceptar contratos de trabajo de medio tiempo o por honorarios con salarios más bajos.
- 2Por el sistema patriarcal en el que vivimos, el ingreso de las mujeres se concibe como complementario al del hombre.
- 3Las mujeres estamos más presentes en los sectores y empleos peor remunerados y tenemos menores posibilidades de obtener empleos de mayor nivel y de progresar en nuestra carrera profesional, siendo la maternidad una de las circunstancias que provocan esta discriminación. Comúnmente, cuando regresamos de la incapacidad por maternidad, nos vemos penalizadas en sueldo por nuestra ausencia laboral.
- 4Los estereotipos de género en las empresas y organizaciones asocian los cargos de mayor jerarquía a los hombres.
- 5Las mujeres realizamos trabajos socialmente menos valorados. El sistema patriarcal asocia trabajos de cuidado a personas a la dedicación, el amor, la vocación y la entrega, y por ello son menos remunerados.
- 6Las mujeres en muchas ocasiones negociamos menos nuestro salario y aceptamos con más facilidad lo que se nos ofrece. De manera consciente o no, interiorizamos que nuestro trabajo vale menos que el de los hombres, y tenemos más temor al riesgo de perderlo, especialmente cuando somos el sostén económico de la familia.
Aunque se busca reformar 13 leyes en la reforma laboral para eliminar prácticas discriminatorias que perpetúan la desigualdad de ingresos, no podemos quedarnos cruzadas de manos, debemos de contribuir a este cambio y alzar la voz. En Fika te compartimos unas recomendaciones: