El estrés financiero –ocasionado por vivir sin ahorros y con dificultad para pagar compromisos financieros cotidianos o afrontar contratiempos inesperados– tiene importantes consecuencias en la salud y tiende a convertirse en un ciclo vicioso del que es difícil salir.
De acuerdo con el estudio sobre “La Psicología de la Escasez” de la American Psycological Association, la privación, en este caso de dinero, causa problemas en la cognición y la toma de decisiones, ya que a medida que dedicamos mayor energía a lidiar con la escasez tenemos menos disposición para resolver otras áreas de nuestra vida, por muy importantes que sean, como podría ser para muchas mujeres el trabajo, la familia y los hijos.
Es importante aclarar que la escasez es el resultado de la relación que hay entre nuestras necesidades y los recursos limitados, es decir, hay escasez siempre que las necesidades parezcan mayores y los recursos existentes para satisfacerlas sean limitados.
Es así como una persona que enfrenta escasez financiera, es decir, que está muy preocupada por los gastos inmediatos que tiene que realizar, pierde el enfoque general de sus finanzas, siendo capaz de tomar decisiones precipitadas que resuelvan su situación inmediata, aunque empeoren sus finanzas en el mediano plazo, generando un ciclo de escasez. Algunas de las consecuencias de esta visión son:
¿Cómo enfrentar la escasez?
Empecemos por decir que la mentalidad de la escasez no es necesariamente mala, ya que nos obliga a asignar recursos específicos a necesidades específicas, pongamos un ejemplo, si cuando sales de viaje decides llevar una maleta pequeña, tiendes a ser mucho más cuidadoso en llevar ropa que resulte eficiente para tus necesidades que si llevas una maleta grande.
Si reconoces que estás viviendo en un ciclo de escasez, considera lo siguiente:
- 1Cambia tu mentalidad cada vez que te des cuenta de que estás teniendo un pensamiento repetitivo sobre la escasez de dinero, recuerda que el dinero no es escaso, son tus necesidades las que le dan esa característica.
- 2Analiza cada decisión financiera con un horizonte mayor para no caer en un círculo vicioso.
- 3Busca soluciones creativas para enfrentar necesidades inmediatas.
- 4Ponte una meta realista de ahorro y cubre esa necesidad antes que otras.
Si nada de esto funciona busca ayuda profesional que te permita tener paz mental y recobrar el control de tus finanzas.