El año pasado tuve que viajar a Zapopan, Jalisco por temas de trabajo, francamente, en esa temporada aún me daba temor salir, sin embargo, después de una semana con jornadas maratónicas, el último día de estancia, me atreví a conocer un poco del estado.
Desde Zapopan, pedimos un servicio de transporte por aplicación que en 45 minutos nos llevó hasta Tlaquepaque, un pueblo mágico encantador.
San Pedro Tlaquepaque obtuvo la certificación como pueblo mágico, el 11 de octubre de 2018 por parte de la Secretaría de Turismo federal.
Sin duda, el lugar en general, es más lindo de lo que imaginaba, su plaza central con su kiosco, simplemente espectacular.Llegamos de noche, así que tampoco teníamos mucho tiempo, recorrimos un par de calles del andador Independencia, para después de unos minutos, elegir un lugar para cenar, una calle empedrada detrás de la iglesia principal nos fue guiando hasta La Rosetta.
Una trattoria italiana con un menú que se caracteriza por las pizzas y pastas. Empezamos la noche con un par de bebidas que ayudaron a relajarnos y disfrutar de esa grata experiencia, yo elegí un clericot, tomarlo desde ese lugar tan acogedor y bohemio, fue uno de los mejores momentos de esa semana, teniendo de vista la calle a medio iluminar, que permite apreciar una parte del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad y de la Parroquia de San Pedro Tlaquepaque.
En este lugar que a la entrada tiene un pequeño horno de leña, probé una de las mejores lasagnas; la pizza también es una buena opción, sin embargo, la cereza del pastel de ese ambiente lleno de calidez y sabor, fue sin duda la música en vivo.
Disfrutar de música de trova, con covers incluso de música norteña y banda, fue una experiencia diferente, que sólo puede entender quien ya ha disfrutado un buen momento en este lugar.
No dudo que el resto de su carta sea una maravilla, el servicio es rápido, bueno y muy amable, cuentan con un amplio estacionamiento, es sin duda, un lugar para repetir, cada vez que visites Tlaquepaque. Por cierto, se ubica en Guillermo Prieto 71 y Prisciliano Sánchez 78, en el centro de Tlaquepaque, Jalisco.
Si tienen la oportunidad de visitar este increíble pueblo mágico, sería ideal estar ahí un par de días, para conocer más de sus centros culturales, galerías de arte, jardines e iglesias, que harán de esa visita algo inolvidable.